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| Legislatura: 1878 (Cortes de 1876 a 1879) |
| Sesión: 27 de mayo de 1878 |
| Cámara: Congreso de los Diputados |
| Discurso / Réplica: Discurso |
| Número y páginas del Diario de Sesiones: 72, 1923 |
| Tema: Sucesos por el impuesto del gas en Barcelona |
El Sr. SAGASTA: Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.
El Sr. SAGASTA: Con gratitud y con aplauso, señores Diputados, hemos oído los representantes de todas las minorías del Congreso las nobles palabras de nuestro ilustre Presidente: con gratitud, porque en ellas se reconoce nuestro derecho y se deja a salvo nuestra dignidad; con aplauso, porque al reconocer nuestro derecho y al dejar a salvo nuestra dignidad, no se menoscaba ningún otro derecho ni se lastima la dignidad de nadie; que nadie debe respetar tanto el derecho de todos, como aquellos que, estimando en lo que vale el suyo, no creen poder permanecer ni aquí ni fuera de aquí, ni en ninguna parte, si no lo poseen en toda su plenitud.
El reconocimiento del derecho de todos y el respeto a la dignidad de todos constituyen, Sres. Diputados, el derecho y la dignidad del Parlamento, que por igual interesan a la mayoría y a las minorías.
En nombre, pues, de mis respetables compañeros de Comisión, yo doy sinceramente las gracias a nuestro ilustre Presidente; y reconocido ya nuestro derecho y salvada nuestra dignidad, las minorías que hasta este momento hemos tenido la honra de representar pueden volver a ocupar sus puestos en sus respectivos campos, desde los cuales nunca deben perder de vista el campo que les es neutral, para que al defender cada partido su bandera lo realice de modo que la pasión no le ciegue hasta el punto de hacer imposibles la unión y concordia con los demás; unión y concordia que un día pueden imperiosamente demandar, no sólo los intereses supremos de la Patria, sino la rectitud e integridad del sistema parlamentario.
El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Romero y Robledo): Pido la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.
El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Romero y Robledo): Al finalizar la sesión el otro día, contestando a una observación del Sr. Sagasta, expuse yo que esta cuestión no revestía para el orden público tal gravedad e importancia para no poder suspender su discusión y continuar el acuerdo de la Asamblea; pero como quiera que las minorías le han dado esa importancia, que el Sr. Presidente ha dirigido ese ruego y que el Gobierno no puede tener inconveniente en que se suspenda el acuerdo por el día de hoy, toda vez que de la discusión resultará, en mi juicio, confirmada mi afirmación, yo ruego también a los Sres. Diputados de la mayoría que en aras de la concordia revoquen el acuerdo que tenía tomado el Congreso por el día de hoy.